El lenguaje lógico es demasiado sencillo como para tener más
excepciones que reglas, aunque todos pueden inventarse notaciones
nuevas. Por ejemplo, cuando se estaba construyendo la lógica de
predicados, Frege proponía esta notación para decir
en el Begriffsschrift del 1879 (según [Sta05]):
De la misma forma, algunas personas modifican nuestro lenguaje,
y algunos cambios tienen éxito, y otros no. En cada idioma existen
unas cuantas reglas para crear palabras nuevas y construir las
frases; en algunos, como el esperanto, con sufijos bien definidos
(ver sección sufixos-esperanto), y otros, como los lenguajes
naturales, con prefijos y sufijos que aprendemos con el uso. Así,
somos capaces de crear monstruos como significatividad, reconsideración, desafortunadamente, operacionalizar, y otras 12, que ya
han perdido el significado aportado por los afijos de tantos que
tienen.
Los expertos en el reconstruccionamiento del lenguaje son, sobre todo,
los políticos y periodistas. Así lo explica Luis Díez Jiménez en
[Jim86], donde nos habla del
vocabulario tan ridículo y absurdo que impone la televisión y
prensa a la sociedad española, que en 1986 ya participa en el
entorno europeo después de haber pasado mucho tiempo sin libertad
de expresión.
Clasifica todas las burradas y complicaciones excesivas que ve
en estas categorías:
- Nuevas frases: a nivel de, a
caballo entre13, hacer una matización, hecho
noticioso, no comporta, problemas puntuales, pesimismo visceral,
señalizar el final, la problemática que conlleva, etc.
- Nuevas palabras: ejemplificaciones
(ejemplos), desfasaje (desfase), homologable (similar),
habitualidad (costumbre), listado (lista), novedoso (nuevo),
posicionamiento (postura), etc.
- Pedantismos: colisiones viales
(choques en la carretera), contencioso (problema), connotación
(significado), sinergia (cooperación), divertimento (diversión),
vehiculizar (conducir), minusvalorar (rebajar), maximalizar
(aumentar), coadyuvar (ayudar), etc.
- Gramaticales: por esta tarde (esta
tarde), vinistes (viniste), de inmediato (inmediatamente),
contradizco (contradigo), etc.
- Extranjerismos: stop, exit, stock,
test, parking, dossier, hobby, comic, show, etc.
- Eufemismos: territorio nacional,
este país, (España), mandatarios (gobernantes), desempleo (paro),
ejecutar a los rehenes (asesinar a los rehenes), presunto ladrón
(ladrón), pluviometría adversa (sequía), remodelación (cambio),
etc.
- Género y número cambiados: habían
dos coches, todos y cada unos, otro de los colectivos son, han
habido razones, daños de diversas consideraciones, dado de alto,
etc.
- Hablar en telegrama: resaltar que
(hay que resaltar que), es todo (esto es todo), etc.
- Nombres mal dichos: Juan Sebastián
de Elcano (Juan Sebastián Elcano), etc.
- Dequeísmos: considero de que
(considero que), te cuento de que (te cuento que), etc.
- Verbos con ``de'': me gusta de
comer carne (me gusta comer carne), suelo de montar en moto (suelo
montar en moto), no se haga de rogar (no se haga rogar), etc.
- Eurogilipuerta varia: ese señor
como persona concreta e individualizada (ese señor), es bastante
evidente (es evidente), Carta Magna (Constitución), ambos dos
trenes (ambos trenes), conteo (recuento), culturalismo (cultura),
climatología (clima), etc.
Y analiza otros ejemplos que ha encontrado en los diarios, como uno
que dice que ``la teoría y la práctica han de
retroalimentarse'' (¿alimentarse por detrás?).
Todo esto se puede resumir en que hay gente que utiliza las
reglas del sistema para hacer construcciones válidas pero innecessarias y equivalentes a otras
más sencillas. Si los periodistas usaran la lógica de predicados,
en los periódicos nos encontraríamos con cosas como
en vez de .
De vez en cuando hay personas que proponen una simplificación de
las palabras de un lenguaje, aunque cambiar los hábitos de los
hablantes es muy difícil (también con idiomas artificiales).
Daniel Clemente Laboreo 2006-07-13